Plantar rosales en maceta.






El género Rosa está compuesto por un conocido grupo de arbustos espinosos y floridos representantes principales de la familia de las rosáceas. Se denomina rosa a la flor de los miembros de este género y rosal a la planta. 

Nombre científico: Rosa
Categoría: Género
Clasificación superior: Rosoideae

Aunque plantar rosales tiene fama de ser complicado, su cultivo puede ser relativamente sencillo si tenemos en cuenta algunas pautas básicas. Si estás empezando en la jardinería y no tienes mucha experiencia, te recomendamos que comiences tu jardín de rosas a partir de un esqueje o una pequeña planta que puedas adquirir a través de otros/as jardineros/as, en viveros, centros de jardinería, etc.



Definitivamente, los rosales son los reyes de los jardines, no sólo por la belleza de sus flores, las rosas, sino también por el aroma que éstas desprenden.

El rosal es uno de los arbustos más bellos que podemos encontrar en el jardín. No obstante, también existe la posibilidad de cultivarlo en una maceta, una opción muy interesante si no disponemos de sitio suficiente en el jardín o carecemos de éste. Vamos a comenzar el proceso de plantación. Lo primero que haremos será colocar unos trozos de tejas en el fondo de una maceta, para facilitar el drenaje, y llenar la maceta con tierra abundante.

Elige variedades de rosas que en su estado
adulto no alcancen tamaños muy grandes que 
sobrepasen la capacidad del tiesto. Por ello, una buena opción son los rosales enanos o miniatura.





El primer paso consiste en realizar una buena elección del rosal que vamos a plantar. Al escogerlo debemos fijarnos en que la mata esté bien etiquetada con el nombre de la variedad, así, si desconocemos las características o los cuidados que requiere, podremos buscar la información necesaria.


También deberemos fijarnos en los tallos: deben ser lo más gruesos posible y estar recubiertos de cera por parte superior para que, una vez cortados, no se sequen. A través de esa cera, las yemas germinarán y empezarán a brotar.


Un ejemplar de rosal que nunca debemos comprar es aquél que traiga poca tierra o aquél que a pesar de estar encerado y con sus yemas germinadas, se encuentre debilitado y sin hojas.


Comienza el proceso de plantación. Lo primero que haremos será colocar unos trozos de tejas en el fondo de una maceta, para facilitar el drenaje, y llenar la maceta con tierra abundante.


Después, aunque la tierra ya venga abonada, añadiremos abono especial para rosales a base de guano, un compuesto natural que ayudará a que los rosales crezcan perfectamente.


A continuación, removemos bien la tierra, hacemos un hueco en el centro y metemos la planta. Luego, repartimos la tierra y presionamos.


Para acabar, regaremos evitando así las bolsas de aire. Tener en cuenta que los cuidados de los rosales son muy sencillos: hay que podarlos bastante al llegar el invierno y abonarlos a menudo con abono específico para rosales, así nos aseguraremos una abundante floración.

Es recomendable sacar el rosal de la maceta cada 2 ó 3 años aproximadamente, retirar al menos dos terceras partes de tierra y cortar la misma proporción de raíces.

Las rosas también son presa fácil de varias enfermedades causadas por hongos, como son el oidio (moho blanco), la mancha negra, el mildiu o la roya.

Debemos examinar los rosales con cierta regularidad y comprobar si las hojas presentan signos de enfermedad.
La maceta para rosales cuanto más profunda, mejor. Funcionan muy bien las macetas tipo ánfora porque dan profundidad sin robar espacio.

Hay que calcular más o menos 30-40 cm de profundidad para Rosales miniaturas; 40-50 cm de profundidad para Híbridos de té y Floribundas; 50-60 cm para Rosales ingleses y todo lo que se pueda para trepadores.

En maceta hay que prestar más atención al riego y el abonado que plantados en el jardín.

El mayor problema es el riego. Hay que coger la medida al riego, ni pasarse ni quedarse corto.

Un rosal que en tierra de jardín aguanta en verano 3 días sin riego, por ejemplo, en maceta necesita agua diariamente.

Abonado 1 vez al mes. La frecuencia es mayor que en tierra porque en maceta los nutrientes se lavan por el riego.

No olvidar aportar hierro para evitar la clorosis férrica.



La cantidad de abono no debe ser excesiva puesto que se "quemaría" la planta; en el suelo podemos "pasarnos" algo, pero en macetas, no.


Espero que estos consejos te sean de utilidad y tus rosales se conserven hermosos.

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Fuente.
https://hogar.uncomo.com/articulo/como-cuidar-un-rosal-7580.html
s.htarticulos.infojardin.com/boletin/2-rosas/rosas-en-macetam

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